martes, 25 de junio de 2013

Luis Cobiella (Santa Cruz de La Palma 1925-2013)


La Mujer      ¡Sí ha bajado, sí ha bajado
la Virgen! Su corazón
está latiendo a la orilla
del mar de cualquier dolor
Sus manos te acariciaron
y en su seno se durmió,
tras la tarea del día,
el eco de tu canción.
Aire fui para tu pecho,
Ángel de tu decisión,
Tiempo no mío por tuyo,
Fidelidad a tu voz,
Sabiduría en saberme
tierra y agua de tu flor.
Le di mis labios al beso
y ella fue quien te besó
¡aire de ángel, templo fiel!
¿aún no sabes quién soy?
¡Ceda La Mentira!
¡La Virgen soy yo!

Arrebata la rosa de oro a La Mentira y la rosa desaparece de las manos de la imagen, en fuego, en humo, en ruido; después, todo queda gratamente iluminado como una desconfianza, como un temor de que no sea verdad, se advierte la natural gradualidad de los cambios profundos que van respondiendo, para siempre, a los últimos temores.

El Aire           ¿Dónde está la inocencia si perdiste
tu inocencia no más rayar el alba?

La Mujer       La inocencia no es algo que se pierde
sino algo que se alcanza.

El Ángel        ¿Dónde está la azucena, si en tu vientre
se marchitó cuando alumbrabas?

La Mujer       Los hijos me dejaron azucenas
eternas aromando mis entrañas.

El Tiempo       ¿Dónde está la serpiente al fin vencida
si aún se arrastra viviente entre tus plantas?

A cada pregunta de los cinco personajes-matices, La Mentira ha ido acompañando, sugiriendo, animando; y ha ido cediendo fuerza y anulándose a cada respuesta de La Mujer.

La Mujer       La vida vive de lo que se vive,
la muerte vive de lo que se mata.

La Fidelidad ¿Dónde están los discípulos honrándote
en el fanal de tu pequeña cámara?

La Mujer       Mi honra es la palabra de mis hijos
y que se cumplan sus palabras.

La Sabiduría ¿Y dónde está, Mujer,
                        tu carne inmaculada?

La Mujer       Sólo al amor me di
y el amor nunca mancha.
Él es quien me ha dejado
limpia como agua clara,
clara, como agua limpia,
y besando la tierra, como el agua,
que eso quiere decir
inmaculada:                 
sin mancha de poder,
ni de riqueza, ni de magia,
ni de mentira,
ni de distancia.
Mi pureza es ser madre, hija y esposa
de todo amor que en el amor se hermana;
si mancha tanto amor, es mi pureza
su mancha.
(Se dirige orante a la imagen.)
María, madre de Jesús
morena y blanca,
enamorada de José
y del amor enamorada,
(La imagen es bajada lentamente hasta la orilla del Carro. La Luz se concentra en puntos de interés)
la que vivió por las orillas
más que por las montañas,
la que al Espíritu sedujo
para que la habitara,
y sedujo a la piedra,
y sedujo a las aguas,
y desde el mar sedujo
la islas más lejanas:
María, en esta noche,
tu lugar es La Palma.
Y La Palma te mira,
y La Palma te llama,
y La Palma te pide
que no te vayas,
que no subas jamás,
que no te vayas.
Yo te doy estas manos y esta voz
para que no te vayas.
Yo te doy esta vida y este nombre
para que no te vayas.
Yo seré la otra Virgen
para que no te vayas,
morena y blanca,
de amor manchada,
que no te vayas.


Luis Cobiella Cuevas
La otra Virgen
Auto Mariano en forma de Carro Alegórico, 1990

martes, 11 de junio de 2013

Este viernes, fin de curso de la Escuela Municipal de Teatro "Pilar Rey"

Los grupos infantiles de la Escuela Municipal de Teatro Pilar Rey, presentan su fin de curso el próximo viernes 14 de junio a las 19:00 horas en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma. En el programa figuran dos piezas cortas que nos traen los más pequeños:

Las aventuras del fantasma Caramba, a cargo de los benjamines (6 y 7 años): En un país llamado Bombonazo, un rey se vestía de fantasma con una sábana blanca por las noches. El rey pensaba que nunca le descubrirían pero un grupo de valientes soldados se había reunido en el bosque para enfrentarse al fantasma Caramba y darle un gran escarmiento.

El planeta de la sonrisa, a cargo del grupo de niños de 8 y 9 años: Una bruja ha robado la risa a todas las personas de la tierra, y el payaso Zanahorio intentará recuperarla.

Y para terminar, el grupo de adolescentes, entre 11 y 15 años, llevarán a escena Pic-Nic, de Fernando Arrabal, obra que denuncia el absurdo de la guerra a través de personajes ignorantes e inocentes y el traslado al contexto bélico de las soluciones de la vida civil y cotidiana.

Los niños de nuestra Escuela cierran un nuevo curso, y nos gustaría contar con tu presencia.