Mensaje de Darío Fo con motivo del Día Mundial del Teatro 2013
Hace mucho tiempo, el poder tomó una decisión intolerante contra los comediantes al expulsarlos del país.
Actualmente, los actores y las compañías teatrales tienen dificultades
para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo a causa
de la crisis.
Los dirigentes, por tanto, ya no están
preocupados por controlar a aquellos que les citan con ironía y
sarcasmo, ya que no hay sitio para los actores, ni hay un público al que
dirigirse.
Por el contrario, durante el Renacimiento, en Italia,
los que gobernaban, tuvieron que hacer un esfuerzo importante para
mantener a raya a los Comediantes, pues reunían abundante público.
Se sabe que el gran éxodo de actores de Commedia dell'Arte tuvo lugar
en el siglo de la Contrarreforma, que decretó el desmantelamiento de
todos los espacios teatrales, especialmente en Roma, donde fueron
acusados de ofender a la ciudad santa. En 1697, el Papa Inocente XII,
bajo la presión de insistentes requerimientos del ala más conservadora
de la burguesía y de los máximos exponentes del clero, ordenó la
eliminación del Teatro Tordinona que, según los moralistas, había
acogido el mayor número de representaciones obscenas.
En la
época de la Contrarreforma, el cardenal Carlos Borromeo, que estuvo
activo en el norte de Italia, se consagró a la redención de los 'niños
milaneses', estableciendo una clara distinción entre el arte, como la
máxima expresión de educación espiritual, y el teatro, la manifestación
de lo profano y lo vanidoso. En una carta dirigida a sus colaboradores,
que cito de memoria, se expresa más o menos así: "Los que estamos
resueltos a erradicar las malas hierbas, hemos hecho lo posible por
quemar textos que contienen discursos infames, para extirparlos de la
memoria de los hombres, y al mismo tiempo perseguir a todos aquellos que
divulgan esos textos impresos. Evidentemente, sin embargo, mientras
dormíamos, el diablo maquinó con renovada astucia. ¡Hasta qué punto es
más penetrante en el alma lo que los ojos pueden ver que lo que puedan
leer de los libros de ese género! ¡Hasta qué punto más devastadora para
las mentes de los adolescentes y niños es la palabra hablada y el gesto
apropiado, que una palabra muerta impresa en un libro. Por tanto es
urgente sacar a las gentes de teatro de nuestras ciudades, como lo
hacemos con las almas indeseables."
Por tanto, la única
solución a la crisis se basa en la esperanza de que se organice una gran
caza de brujas contra nosotros y especialmente contra la gente joven
que desea aprender el arte del teatro: Una nueva diáspora de Comediantes
que, desde tal imposición, sin lugar a dudas provocará beneficios
inimaginables por el bien de una nueva representación.
Traducción de Fernando Bercebal Proyecto ÑAQUE
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