miércoles, 3 de agosto de 2011

Nuestras recomendaciones para agosto

Un poco de todo para este mes veraniego. Clásicos, obras con el telón de fondo de los días del estío, comedias desenfadas y tragedias de nuestro tiempo. Aquí te comentamos algunas, pero en nuestra biblioteca encontrarás muchas más. A disfrutar.

El color de agosto. Uno de los textos más conocidos y representados de Paloma Pedrero. María es una pintora de gran prestigio. Su amiga de toda la vida, Laura, regresa a la ciudad después de ocho años en Nueva York. Laura también es pintora pero ahora se gana la vida posando para otros. María prepara el encuentro contratándola como modelo sin que esta sepa nada. Los sentimientos encontrados de ambas mujeres y el alcohol caldean todavía más esta calurosa tarde de agosto. Dos mujeres que ponen las cartas sobre la mesa y se cuestionan la idea de “mujer”, sus prejuicios, el amor, su sexualidad, el triunfo y el fracaso, la sociedad que les rodea, el matrimonio, el arte... Dos luchadoras que intentan vencerse a si mismas poniendo en el duelo toda la carne en el asador.

Las bibiciletas son para el verano. Este gran friso de Fernando Fernán-Gómez constituye uno de los grandes textos del teatro español de la segunda mitad del siglo XX. En el Madrid sitiado por la guerra civil, la familia formada por don Luis, su esposa Dolores y sus hijos, Manolita y Luisito, comparten la cotidianidad de la guerra con la criada y los vecinos del edificio. Luisito, a pesar de haber sido suspendido, quiere que su padre le compre una bicicleta. Pero la situación va a obligar a postergar la compra. Y el retraso, como la propia guerra, durará mucho más de lo esperado.

 
La noche de San Juan. La noche del 24 de Junio de 1631, en el jardín del Conde de Monterrey, la Condesa Duquesa de Olivares organizó una fiesta para Sus Majestades en la que se representó esta comedia, La noche de San Juan, escrita por Lope de Vega. En ella, el autor entra y sale de la convención, cita al representante, se cita a sí mismo, nombra a los invitados, se jacta de haberla compuesto en cinco días, de sobrarle catorce horas para cumplir los preceptos temporales, y llena de vida, de nuevo, otro enredo entre jovencitos que buscan el amor desesperadamente, y como dice la relación retratando en ella las alegrías, licencias, travesuras y sucesos de la misma noche, escrita con toda la gala, donaire y viveza que ha mostrado este maravilloso ingenio en tantas como ha escrito.

La tierra. Este texto de nuestro querido José Ramón Fernández es la historia de un crimen sin criminales, uno de esos crímenes de «se nos fue la mano». La tierra es la historia del silencio que lo ha escondido, de la gente que miró para otro lado. La obra, escrita entre 1994 y 1997, y ubicada en los años ochenta y noventa, se puede leer hoy a la luz de una realidad que por entonces no se comentaba: la tozuda memoria de los muertos. De todos esos muertos que hoy son ceniza y un par de balas. El propio autor nos cuenta: "La violencia es algo tan cotidiano que ni siquiera nos damos cuenta, que nos parece normal. En esta obra, los personajes miran para otro lado. En la vida real, algunas veces pienso que no es que no miremos, es que ya no somos capaces de ver".

Bajarse al moro. La obra más aclamada de José Luis Alonso de Santos, con la que obtuvo un fabuloso éxito en su estreno de 1985. La obra continúa la línea costumbrista del autor, que contaba con notables precedentes como La estanquera de Vallecas, y que resulta deudora de los sainetes de principios del siglo XX que reflejan un Madrid castizo poblado de personajes perdedores y entrañables. Chusa y Jaimito son dos primos que comparten un pequeño piso en el centro de Madrid donde también vive otro amigom Alberto. Chusa acoge a Elena, a la que propone viajar a Marruecos para traficar con droga. Pero Elena es virgen y no puede transportar la mercancía en su vagina. Para remediar el problema, y una vez descartado Jaimito, Elena debe perder su virginidad con Alberto. Pero las dificultades e interrupciones se suceden: Doña Antonia, madre de Alberto, Abel y Nacho, dos drogadictos con síndrome de abstinencia...

 El sueño de una noche de verano. Una obra plagada de fantasía, sueños y realidades, amor y magia en la que se entremezclan varios hilos argumentales centrados respectivamente en dos parejas de nobles amantes, Lisandro, Hermia, Demetrio y Helena, que sufren y disfrutan por causa de su amor; en un grupo de despreocupados cómicos, Cuña, Ensamble, Canilla, Flauta, Gazuza y Soplete; y en una serie de personajes pertenecientes al reino de las hadas, entre los que se encuentran Puck, el rey Oberón y la reina Titania. El trasfondo común se encuentra en las celebraciones de la boda entre Teseo e Hipólita. Uno de las grandes creaciones de William Shakespeare.

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